Bien... No sé ni por dónde empezar... En primer lugar, decir que como prometí, ayer asistí a la cita.
A las 18.00 horas estaba frente a la puerta preparada para sacarme el dichoso ojo de pollo incrustado como un OKUPA en mi pie. Decidida a realizar el desalojo, ya me veía saliendo de allí y pudiéndome poner cualquiera de mis zapatos o botas excepto las UGG... Pero por otro lado, me atormentaba un poco la idea del dolor... ¿Por qué no me respondió claramente la mujer cuando le pregunté si me dolería?
En fin, entré, saludé y la mujer (que siempre es muy amable y amorosa) me dijo que pasara y que me acomodara en la camilla. Yo insistí:
- Pero, ¿me va ha doler?
- Tu tranquila, uuuy... Pero qué nerviosa vienes... Mira, ¡si estoy más que harta de sacarlos! Ahora yo te pongo el pie en remojo y ya verás que será un momento de nada.
- Ya, ¿pero me dolerá?
- ¡Estás muy nerviosa! ¡Tranquilízate!

La mujer me daba conversación. Y yo dale que te pego, dándole a la cabecita. Soy incapaz de recordar qué hablamos. Sólo pensaba que me dolería...
Pasaron 15 minutos. Llegó el momento. Me sacó los pies y me los secó, repitiéndome que me veía muy nerviosa y que me calmara, que sería un momentito... Y mientras me hablaba, se giró y cogió el "utensilio" para la extirpación del OKUPA. Y cuando volvió a girarse vi que llevaba en las manos una especie de alicates de corte, como las que tiene mi príncipe en su súper caja de herramientas.
- ¿Eso es para mi pie o estaba aquí porque has hecho algún empalme con un cable? ESO es lo que vas a utilizar?
- Por favor, pero que no te asustes, estás son las pequeñitas, tu tranquilízate, como estás de nerviosa!
- ¡¿Esas son las pequeñas?! ¡Pero eso me va a doler mucho!

La mujer encendió su súper lupa iluminada y pretendió cogerme mi pie. Y digo pretendió porque a la que me cogió el pie, lo retiré. Os juro que fue un acto involuntario y reflejo. La mujer se quedó mirando perpleja detrás de la lupa y cuando la miré le vi esa cara deformada por la enorme lente y no pude evitar echarme a reír.
- ¡Pero déjame! - insistía ella- Que ya verás que no es para tanto, estás tan nerviosa que tu te piensas que te va a doler más de lo que será. Sólo hago pim, pim, pim y ya está. Venga, déjame. Que ya verás que bien estarás cuando te lo saque.
Yo hice un pequeño esfuerzo de confianza y le entregué mi pie, avisándola antes que a lo mejor sería buena idea sacar de allí el aparato masajeador con agua, por si a caso volviera a tener una reacción involuntaria con mi pie... Ella lo sacó mientras me insistía en la necesidad de que estuviera tranquila y que no moviera el pie...

La mujer me calmó un poco y le volví a confiar mi pie. El dolor había bajado un poquito. Entonces otra vez... ¡zas! Retiré el pie como si fuera un potro dando una patada, le di a la lupa, casi me caigo de la camilla y me la miré:
- No puedo. Ahí se queda el trozo de gallo este...
- Pero bueno, será esta la primera vez que no podré sacar un ojo de pollo. De verdad que es una pena ahora ya llevo dos cortes, ya sólo me falta un poco más y luego ya me acerco al medio y es un momento de nada arrancarlo.
- ¿Arrancarlo? Si esto me ha dolido no me quiero ni imaginar qué pasará cuando llegues al centro. Ni hablar, lo siento mucho, de verdad. Déjame que me lo piense, que me mentalice, que me tomé tres tilas y un relajante muscular y ya te vuelvo a pedir hora. Ahora no puedo. No, no...
- Pero confía en mi, si te digo que tengo experiencia. Ves a un podólogo, ya verás que ahí te dolerá más. Te pondrán anestesia y el pinchazo será horroroso.
¿Anestesia? ¿Por qué no lo dice antes? ¿Algo que puede requerir anestesia y yo a lo bruto? Ni hablar, yo no soy tan valiente para estas cosas... Y miré mi pobre pie dolorido, que tiene dos cortes alrededor de ese maldito ojo OKUPA, ¡qué pena de pie!... Con lo bonito que es... Entonces la mujer me cuenta que a lo mejor se ha torcido por dentro y por eso duele tanto... Y yo me voy quedando blanca con sus explicaciones... ¡Que aquí se cuenta muy rápido, pero estuvimos una hora en total! Al final esto va a acabar muy mal, ya me lo veo...

Eso sí, si tengo que volver ahí o al podólogo me voy a tomar y beber lo que haga falta para no sentir nada... Qué manera de hacer el ridículo...
jajajajaja
ResponderEliminarhola , me alegra mucho que al final hayas podido solucionar el problema del ojo de pollo , tengo una duda ayer me golpee y recien me di cuenta que lo tenia se infecto al tratar de sacarmelo y me duele demasiado , me podrias decir el nombre de los parches que te pusiste? me duele demasiado voy 2 dias sin poder caminar :( y que me recomendarias?
ResponderEliminarLas tias como tu sois unas lloricas insoportables. Anda y te aguante tu padre.
ResponderEliminarAnónimo, los individuos como tu sois un poco idiotas... ¿Por qué lees esto si no te gusta? Deja que la pija nos cuente sus cosas y si no te gusta cierra la página y la boca. Idiota..
ResponderEliminarvaya tela...
ResponderEliminarMe ha encantado!!!!! Que hartada de reír!!! Mañana tengo cita con mi medico de cabezera y me temo lo peor!!! Pero mil gracias me has hecho reír un buen rato.... Haber si me hace tanta gracia mañana!!!!
ResponderEliminarMe ha encantado!!!!! Que hartada de reír!!! Mañana tengo cita con mi medico de cabezera y me temo lo peor!!! Pero mil gracias me has hecho reír un buen rato.... Haber si me hace tanta gracia mañana!!!!
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