domingo, 20 de marzo de 2011

PECADOS CAPITALES: LA SOBERBIA


Soberbia.

(Del lat. superbĭa).

1. f. Altivez y apetito desordenado de ser preferido a otros.

2. f. Satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de los demás.

3. f. Especialmente hablando de los edificios, exceso en la magnificencia, suntuosidad o pompa.

4. f. Cólera e ira expresadas con acciones descompuestas o palabras altivas e injuriosas.

5. f. ant. Palabra o acción injuriosa.



La Soberbia es casi el padre de todos los pecados capitales. Parece que el placer de hablar de uno mismo o de ser uno mismo el centro del mundo se muestra tras todos los otros (menos la ira).

Soberbia hay de muchas clases. Aunque normalmente, la persona que habla mucho de ella misma es porque se cree mejor que los otros. No sólo es narcisista en sus actitudes diarias, sino también que necesita ser el centro de atención en todo.

Yo conozco una persona que siempre acaba hablando de ella. Y qué pesado resulta al final... Sus súper proyectos, y sus súper cosas... Pues mira, será que necesitas hablar sólo de ti porque no tienes a nadie con quién compartir. Y claro, procuro quedar de vez en cuando y no mucho porque sus historias me gustan, pero si la veo con demasiada frecuencia me agota. Una vez me ha contado las novedades, ya sólo es repetirse.

¿Pero qué provoca la soberbia? Puede que la soledad, un complejo mal llevado, una inseguridad escondida o sencillamente un narcisismo total. Sea como sea, estoy segura que tarde o temprano estas personas sufren alguna situación dónde se los ridiculiza. Llega el día donde no eres el centro de atención, no eres más que uno más o que tu altivez se ve rebajada por una contestación. ¿Qué deben pensar en esos momentos? 

También conozco personas que creen que ellos lo hacen todo bien, y que los otros no saben. Las culpas no son nunca para ellos. Puede que yo sea un poco así, no os negaré que me gusta controlar las situaciones. Pero cuando metemos la pata, la metemos.

La arrogancia también se desprende de la soberbia. Me he encontrado con alguno y alguna que eran perfectos para ilustrar la definición del vocablo. Conozco a una chica, la llamaremos SOFIA, que trata con arrogancia a la gente que no conoce. Sofia se sabe guapa; es alta, delgada, con esa melena larga y siempre procura ir arregladita. La verdad es que es una chica que se hace mirar, quien diga que no es bella, está mintiendo, por celos o porque deben ir al oculista. Pero la chica es arrogante. Mira por encima del hombro literal y metafóricamente. Sobretodo cuando se presenta con una de sus amigas. Si está sola la cosa cambia. Pero cuando se siente fuerte, no tiene reparos en ni tan siquiera saludar a algunos por considerarlos no dignos de sus palabras. Muy fuerte...

Sofia también hace muchos errores protocolarios. No tiene maneras en la mesa. Ella se piensa que sí, pero no los tiene (un día hablaremos más profundamente de ella). Pero tiene por costumbre cortar a la gente cuando están hablando. Sencillamente no le interesa en ese momento...

¿Conocéis gente soberbia? Seguro que sí...


No hay comentarios:

Publicar un comentario