jueves, 24 de marzo de 2011

SON PEQUEÑOS, NO IDIOTAS

Este fin de semana estuvimos en una comida de amigos. Hicimos carne a la brasa. Me encanta... 

Es un poco asqueroso dependiendo de lo que comas, pero obviamente ni se me ocurre cogerlo con las manos... En fin, al final fuimos muchas parejas, porque estos amigos decidieron juntar a mucha gente para celebrar que este año estrenan casa nueva y gozar un poco del sol de primavera.

Estuvo muy bien, había gente a la que no conocía y otra que sí. Entre todos, había tres parejas que vinieron con sus niños. Pero los niños eran pequeños. Había dos bebés de 8 meses más o menos y luego tres niños más de 2, 4 y 5 años. 

Y una vez más lo de siempre: ¿Por qué hablan a los niños pequeños como si fueran tontos? Es decir, no me refiero a la melodía de las frases. Eso está comprobado que cuando el bebé tiene pocos meses le llama la atención. O sea, normal. Pero cuando tiene un año y medio, dos o tres, por qué les siguen hablando como si fueran bebés? 

Y aún peor, ¿por qué limitan el aprendizaje de su lenguaje con denominaciones estúpidas a las cosas? La carne es carne, no chichi. Es como los Teletubis, que son la cosa más nefasta del mundo: cuatro muñecos hablando como idiotas. ¿Eso deben aprender? Y ellos dale: "ay gugugu tatataaaa".

La sopa es la sopa, no el suco. Y cuántos diminutivos por favor. El bañito, la sopita, la mantita, los zapatitos... ¡Estos niños van a crecer lentos! Y otro clásico: las mamás resoplando, pero luego se acerca el padre y lo coge y al pobre hombre le cae un chapuzón:

- No lo cojas así, que no es bueno.
- No le hagas reír ahora.
- No le digas esas cosas...
- Cuidado con la cabeza...

NO, NO,  NO,... El niño crecerá pensando mal... No entiendo nada... ¿Por qué tienen niños con hombres que no ven capaces para cuidarlos? A lo mejor soy yo que no lo tengo bien entendido, a lo mejor soy demasiado optimista. Pero yo no lo haría...

Y Tomé una decisión. Yo no quiero ser así. Me da mucho miedo... ¿Y si me transformo algún día en una madre que no confía en la capacidad de su marido? ¿Cómo le hablaré a un niño? No, decidido, yo no le hablaré a un niño como si fuera tonto. Y al padre tampoco...



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