martes, 3 de mayo de 2011

HIPOCRESIAS: LA PROSTITUCIÓN

El negocio de la prostitución genera cada día 50 millones de euros. Ahí es nada. Una se queda perpleja de estos números...

Los locales de prostitución, legales en España, tienen trabajo des de las 10 de la mañana cada día hasta altas horas de la noche. Un no parar. Pero aquí nadie va de putas... Pues ya me explicarán quién es el que promueve estos millones diarios...

La hipocresía que envuelve este negocio resulta evidente. La crisis no ha afectado a este sector (¿lo dudabais?) así que ya sabéis, si queréis ser ricos, montad un prostíbulo. Eso sí, la ley dice que uno no puede lucrarse con la prostitución. Es decir, uno puede montar un prostíbulo y alquilar las habitaciones a las prostitutas, al precio que quiera, pero la prostituta debe quedarse con el dinero que gana por el servicio. ¿Y quién se lo cree?

No voy a entrar en el tema de la prostitución en la calle; sólo diré que desde mi punto de vista debería de erradicarse. Otro día hablaremos de esto y del oficio en si. Pero si me permiten, hoy seré un poco más fría y hablaré de la situación que existe hoy, sin entrar en qué me parece la prostitución en si. Pero hay que llevar un control sobre este tema. Porque aunque se haya prohibido, todos vemos prostitutas ofreciéndose en la calle. ¿Será que los agentes de la ley son todos miopes?

Estamos hartos de medidas para afrontar esta crisis, recortes en la sanidad, en la educación, etc. Pero el gobierno es incapaz de pensar en tomar medidas para que este negocio genere los impuestos que debiera y acabar con las mafias que abusan y extorsionan a las prostitutas. ¿Se les habrá pasado por alto? Seguro que sí... 

Y a parte de estos motivos, las prostitutas deberían ser informadas de su posibilidad (y obligación) de declarar sus ingresos, realizar la declaración de la renta, tener una seguridad social para poder cobrar una jubilación y gozar de los mismos derechos que cualquier otro ciudadano. Pero es un tema incómodo. La prostitución es un negocio sórdido, nada controlado y que da rienda suelta a las mafias dejando a las prostitutas sin ninguna protección.

Es incómodo tratarlo, es incómodo tocarlo, es incómodo afirmar que uno va de putas. Pero está ahí. Y aunque tocarlo sea incómodo debería de hacerse. El problema es que ello tocaría a muchos que no quieren verse salpicados por ello. Policías, altos cargos, etc. Familias felices, familias hipócritas. 

Basta ya de tanta hipocresía. No nos engañemos, hay dos temas muy graves en todo esto:

1. La permisividad total de dejar que unas mujeres sean mal tratadas y abusadas, dejando actuar a las mafias y vulnerando derechos humanos.
2. El derroche de dinero que no se controla porque no conviene, mientras vamos pidiendo a toda la población que tenga paciencia por no poder gozar de servicios sociales.

No vamos bien... Eso sí en público nadie va de putas...




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