sábado, 29 de enero de 2011

Primeras citas


Encontraréis muchos sitios en internet dónde se habla de la primera cita: cómo vestirse, qué temas hablar,  que no debéis hacer, etc. Yo no quiero escribir sobre eso, quiero hacer una pequeña reflexión de cosas que podemos averiguar con la primera cita, que al menos nos darán pista sobre como es.

No sé si tenéis mucha experiencia en este campo... La verdad es que con los años a lo mejor este concepto se está perdiendo. Ahora, el ligue de una noche (en oferta 2x1, chico+polvo) hace que muchas veces sea anterior una noche de lujuria y pasión desenfrenada, y será en los siguientes días donde se sucederá una salida con cena o copitas y dónde tendrá lugar la primera cita de rigor.

Pero todos tenemos que pasar por la primera cita, sea post sexo o previo a él. El concepto es el mismo, pero a lo mejor el orden de los sucesos está cambiando. Pero lo que os puedo asegurar es que no conozco muchas personas que hayan realizado la conquista de su pareja al estilo americano, con esas absurdas normas como por ejemplo:

1. En la primera cita, sólo un beso de despedida en la mejilla.
2. En la segunda cita, un beso en la boca.
3. En la tercera cita, se puede invitar a tomar alguna cosa en casa pero sin quedarse a dormir ni hacer el amor.

Y así una larga lista de estupideces que por mucho que piensen que "es romántico" de romántico no tiene nada. Si estás programando todas las actuaciones previamente a que sucedan, dónde queda la pasión? ¡Muerta! La ahogan. 

¿Y si te apetece una barbaridad consumar esa segunda noche? O la primera? Pues no sé puede... Las películas americanas no lo enseñan, pero yo estoy segura que después de despedirse en la puerta, donde la chica se va con esos aires de "controlo la situación perfectamente"con una estúpida sonrisa, el chico se tiene que desahogar de alguna manera y claro, seguro que se masturba porque lo han dejado al pobre... La otra no, porque como todo lo tiene bajo control, más que pensado, ni tan siquiera lo vive con emoción... El chico, a parte que lo ha vivido con pasión; no nos engañemos, nunca dirá que no: ni en la primera ni en la cuarta cita... 

Pero, volviendo al tema, sí que hay gente que realiza unas normas para las citas, sus propias normas. Incluso conozco chicos con sus propias normas. Pero bueno, con los chicos, más que normas son como etiquetas. Me explico: hay una serie de actitudes que si ya salen al descubierto en la primera cita, más vale que huyas, porque aquello es lo mejor que esa persona se puede mostrar, está especialmente vestida, pintada, perfumada y predispuesta para la cita.  

Por si a caso todavía no habéis tenido nunca una primera cita o vais a tener alguna en breve, no olvidéis estas "etiquetas":

- La imagen. Como hemos comentado, en la primera cita su imagen es lo mejor que esa persona se saca provecho. Da igual el estilo, pero la ropa está escogida a propósito, y el resto también... Tenedlo en cuenta, algunas cosas se pueden sugerir cambiar, pero la gente no cambia... aumenta sus defectos con los años.

- Las manos. miradle bien las manos. Si tiene las uñas largas y sucias (que asco por favor, a mi no me tocas así) le dais el número de vuestro centro de manicura cuando os despidáis, lo entenderá. A parte, si las uñas visibles están así, cómo estarán las de los pies... Y si se come las uñas, ya sabéis que es una persona nerviosa.

- Los zapatos. los zapatos dicen mucho de una persona. A parte de averiguar su estilo veréis si los cuida o no. Más adelante haré un post entero sobre los zapatos y lo que nos dicen de una persona.

- Como pide la comida y la bebida. ¡Es un punto clave de la cita! Podremos observar si quiere pedir él por los dos (seguridad y autoridad), si quiere compartir algun plato (que buen comienzo), si no quiere compartir (le molestará compartir otras cosas en el futuro, claro está), si te deja escoger todo a ti (inseguro o complaciente), si sólo te deja escoger los platos y no el vino (ah! El sabe de lo que importa, saber de vino da caché y quiere demostrártelo (necesita relucir su plumaje).

- Cómo come. Importantísimo. No me gusta nada ver a un hombre comer como un cerdo, igual que tampoco me gusta ver a una persona comer con la boca abierta o haciendo ruido cuando mastica... O que no usa bien los cubiertos... Una cita no es un examen, precisamente por eso, es mejor ver lo que hay. Personalmente, ver a una persona con modales en la mesa me relaja mucho y me da a entender que es una persona educada. Y con las personas educadas, en general, hay menos problemas posteriores; de eso no tengo ninguna duda.

- Quién paga. Este punto depende de muchas cosas. No hace falta ir de progre o con actitud de orgullo total diciendo "soy una mujer autosuficiente y no necesito que nadie me mantenga". Si os han invitado a salir, el que invita paga. Si has propuesto tu la invitación, debes pagar tu. No olvidemos que el cortejo tiene sus momentos, ya se puede recompensar la invitación de otra forma (no hablo de sexo malpensados).Y si parece que no saca la cartera, paga tu, a lo mejor es un tacaño o lo mejor tiene un problema y se ha dejado la cartera... (pero no deja de ser raro).

- La Conversación. Si saca el tema de su ex no vamos bien. Un comentario es normal. Demasiadas referencias, no lo tiene superado. Si te pregunta demasiado por tu ex, estás descubriendo una persona celosa. Cuando te someten a un tercer grado resulta de lo más incómodo. Así que no seáis intrusionistas ni dejéis que lo sean con vosotros.

En definitiva, no os pongáis límites en la cabeza antes de empezar. Hay que vivir el momento, hay que reír, ser natural. No hagáis el pavo real, hay que ser uno mismo porque si hay chispa, la hay de verdad, no bajo una capa de quedobien falsa y efímera.  A parte, todos podemos hacer un fallo desastroso causado por el nerviosismo o por un mal entendido. Hay que procurar no ser cuadriculado, abrid la mente y gozad... El límite y el final lo escribiréis vosotros...


2 comentarios:

  1. jajaja

    jamás has tenido una cita y lo sabes!!

    ResponderEliminar
  2. Anónimo, tus dotes de investigador son nulas... Me gustaría saber qué te hace pensar eso...

    ResponderEliminar