domingo, 16 de enero de 2011

MIS NO-BOTAS... CAPÍTULO III

¡EXIGO MIS DERECHOS!

Me gustaría poder cerrar finalmente el tema de las botas, pero por desgracia, no es así... Os cuento:

El día 4 de enero decidí llamar a la tienda para aveiguar que pasaba con mis botas. Bueno, me descuelga una señorita que cuando le cuento mi problema me dice "que ella no sabe de que va, y que llame por la tarde." Cuando le digo, "por favor, pásele el recado a su compañera y que me llame", me contesta "oiga yo ahora tengo mucho trabajo o sea que ya sabe si quiere llame por la tarde, y si no, pues no."

En ese momento se me disparan los pelos... Pero bueno, ¡cómo me está hablando esa señora! Le digo que no me hable así, que yo sólo estoy pidiendo que me den una explicación de unas botas que son MÍAS y que hace más de un mes que tienen. Y ella me contesta "oiga, ya le he dicho que yo tengo mucho trabajo, así que qué quiere que le diga... Llame más tarde. Adiós." Y me cuelga....

Indignada, llamo a la otra tienda que hay en la misma ciudad. Pido por la encargada, el o la jefa, lo que sea, pero que ya que allí no quieren hablar conmigo, por favor que alguien me escuche y me cuente alguna cosa. La chica me dice que si quiero, se lo cuente y que ella se lo comunicará a la jefa. Se lo cuento. No me da ninguna respuesta/solución (me lo imaginaba).

Cinco días más tarde, me presento en la tienda. La tienda llena (mejor, cuanto más se abochornen mejor), y espero a que me atienda la señora que me cogió las botas. Cuando queda libre me mira y me dice: "tu eres la de las botas." Se va sin decirme nada más. Oiga, no le han enseñado a decir buenos días? Tantos años y esfuerzos de escolarización y de los padres para que no sepa ni decir: Buenos días? Que pena, cuanto dinero derrochado...

Vuelve, me da una bolsa: "Toma". Y yo le pregunto: "Están cosidas?" "Sí, ya están". Bueno y entonces le digo que muy amable por su eficiente gestión y por lo bien que tratan a sus clientes en la tienda. Y ella me dice "Oiga yo perdí el teléfono de usted, que quiere que le diga." Es que aún no me creo las respuestas... 

Pues quiero que me diga: "Siento mucho que haya tenido que esperar tanto, perdí su teléfono y por eso no la he llamado. Y el zapatero tardó mucho." Invéntate alguna excusa mujer! Pero queda bien y no me des motivos para seguir hablando. Es que me provocan...

Salgo fuera. Miro las botas. Pongo la mano dentro. Empiezan a descoserse (?¿?¿?¿?). Vuelvo a entrar. Ella me ve y me evita. Pero no lo puede remediar. Cuando me mira le doy las botas y le digo: "Tírelas a la basura. Esto está mal cosido." y la mujer resopla, coge mis botas y las deja en la mini papelera que tiene detrás del mostrador.

Y entonces la pincho: "¿No me va a decir nada?" "que quiere que le diga, ahora tengo mucho trabajo, no puedo atenderla. Déjeme su teléfono y ya le diré algo" "Mi teléfono? Otra vez? Bueno, va le voy a dar mi teléfono por tercera vez." Y se lo doy, y finalmente le digo: "Señora, no me hable en ese tono, porque quién ha tenido un bien de mi propiedad custodiado durante más de un mes y medio sin decirme nada a pesar de que yo me he puesto en contacto con ustedes tres veces, es usted. La que debe estar enfadada soy yo, no usted. Usted trabaja aquí, y usted es parte responsable de lo que pasa con lo que vende". Ella solo dice "Yo estoy en el medio, que quiere que le diga." Y obviamente, yo le respondí: "No me importa si está en el medio o detrás, usted está aquí de cara al público y usted debe hacer frente a una serie de problemas. Si no sabe hacer su trabajo, no se preocupe que ya se lo comunicaré a su jefa."

Y me fui. Y espero su llamada. Pero no llamará. Por eso, en unos días volveré a ir. Me han hecho perder el tiempo y el dinero y me han mentido en su producto. No quiero que ellos salgan vencedores de esta guerra. No pueden tratar así al cliente. 

Las botas ya me importan muy poco, lo Reyes Magos me han traído unas más bonitas, más calentitas y más todo. Pero no me da la gana renunciar a esto por la actitud que han tenido.

Por cierto, en el próximo post sobre las botas (y será el último), revelaré el nombre y la dirección de la tienda... No compréis allí zapatos, a no ser que tengáis ganas de follones...

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