viernes, 11 de mayo de 2012

Aquí no ha pasado nada...

Llevo unos días un poco torpe. A parte de mi fatal caída, las cosas siguen acercándose a mi con peligro...

Ayer (solamente ayer) me pasó lo siguiente:

1.- Fui a pasear el perro por la mañana. De repente el perro decide hacer un giro direccional y se me lleva con él... Resultado: caída en medio de la calle, del bordillo de la cera al suelo, aterrizando con rodillas y con manos. 

Mi primera reacción: levantar la cabeza; no me ha visto nadie. 
Segunda reacción: control de daños. Estoy entera, sólo me escuece un poco...
Tercero: Aquí no ha pasado nada, me levanto como si los segundos anteriores no hubieran existido... Patético. El perro me miraba en el suelo con cara de desconcierto... Será posible. 

Ahora tengo las rodillas como un niño en verano: peladas... Justo ahora que llega el buen tiempo y que a una le dan unas ganas tremendas de volver a ponerme los vestidos que tanto tiempo han estado encerrados. Siempre pasa igual cuando sucede lo mismo...

2.- Preparo una comida. Un trozo de la comida cae en la paella con aceite, que salta y aterriza en mi mano. Dolor. Lo dejo y me pongo agua fría. No ha pasado nada, pero horas después me escuece. No soporto los fritos.

3.- Estoy haciendo el cambio de ropa invierno-verano (este sol ya no creo que desaparezca bruscamente). Los zapatos también. Me doy cuenta que tengo tres veces más zapatos de verano que de invierno. Eso me gusta. los dejo todos bien puestos en el suelo. Me tropiezo con ellos. No una vez, no: ¡tres! 

No ha habido daños tampoco.

Conclusión: tengo una extraña atracción. No sé qué pasa que los objetos vienen a mi. Eso no puede ser bueno. O sí... Tendré que pensar en espacios o actividades en las que pueda sacar provecho de ello. 

Como medida cautelar, he pensado en forrar todos los peligros que existen por la casa como si tuviera un bebé... Esas esquinas llenas de protecciones antiestéticas cubriendo fantásticos muebles de diseño pueden ser mi salvación hasta que esta racha desaparezca...

En realidad me da bastante miedo. ¿Saben ustedes la estadística de muertes por accidentes caseros? Yo tampoco, pero si recuerdo que una vez lo leí, y eran más de 3.000 personas anuales. ¡Qué miedo! Realmente debo prestar más atención a lo que hago...





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