martes, 9 de agosto de 2011

HISTORIAS DE PLAYA: LAS FAMILIAS ULISES


Seguimos con el tema de la playa que de verdad que da mucho de sí... Y es que otra de los temas que más destacan de la playa son los montajes de las familias. 

De verdad que yo no puedo entender cómo uno puede tener ganas de ir a la playa con tantos objetos a cuestas. Los observas llegar con el coche cargado. Entonces, van bajando (acostumbran a ser bastantes). Y llega el momento: hay que descargar todo lo que llevan ahí: neveras, bolsas, parasoles, toallas, flotadores, tiendas, las sillas, colchonetas, el hinchador, etc...

Y el pater familias, va repartiendo entre los miembros de la familia los diferentes utensilios. Eso sí, con diligencia y rectitud: "¡Niñooooo, para ya con la pelota coño. Coge los parasoles!". Y así con los diferentes miembros de la familia. Todo un ejemplo... 

Luego el camino se hace eterno. Claro, imaginad 100 metros del coche al lugar elegido, pasando por ese trozo con la arena quemando los pies y sufriendo el calor del sol en las espaldas... Y finalmente, llegan a destino y plantan su sede. Pero son unos 20 minutos más de montaje. Total, que han estado un mínimo de 40 minutos de tener el culo en el asiento del coche a tener el culo en la silla plegable estilo camping. Un drama, que queréis que os diga. Parecen la familia Ulises del TBO. Un clásico.

Pero además, van con cara de mala leche durante todo el camino, y los niños se llevan más de un moco estilo garrulo-sin-educación en varias ocasiones. Y es que he observado que la gente se trata con mucha violencia. No entiendo cómo les hablan así a sus hijos e hijas. Pero de eso hablaré en el próximo post.

Luego está la vestimenta: esas camisetas imperio trasladadas a camisetas normales. Que queréis que os diga, siempre consideraré que un tío con una camiseta sin mangas es un garrulo, sin estética y algo feo. No lo puedo soportar. Ver a los hombres con camisetas de tirantes me provoca un "ai uix".  Obviamente, mi Príncipe nunca llevaría tal indumentaria. También observamos la nueva moda calzoncillos debajo del bañador, pero de ese tema ya hablamos.

Y así pasan el día. El hombre-sandía va durmiendo, los niños van entrando y saliendo del agua, y de vez en cuando, todos ellos comiendo patatas fritas y bebiendo refrescos de dos litros (a morro, claro) de la marca DIA. Os lo juro, casi todos van de DIA. No olvidéis en este organigrama, los gritos de vez en cuando de cualquiera de ellos: entre hermanos, marido y mujer, padre a hijos, etc...

Y cuando acaba el día, vuelve a desmontarlo todo, vuelve a gritar, vuelve a hacer el camino, parada técnica para limpiar de arena todos los objetos y personas, vuelve al coche y para casa, a recolocarlo todo por ahí (digo yo...).

Y yo me pregunto: ¿Por qué no hay una playa para gente educada y con clase? ¿Por qué tengo que cohabitar con esa gente? Es lo que pasa con las cosas públicas... ¡Cuánta educación hace falta por Dios, cuánta...!



2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo pero si quieres te propongo que nos compremos una playa en Brasil o en México y nos fugamos los dos sin tu príncipe o con el

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  2. Bien, bien, me gusta eso de ser tres... Jejeje... ¡A ver qué propones!

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