miércoles, 11 de julio de 2012

EXPERIENCIA EN EL POLÍGONO

Hoy voy a contar una experiencia brutal que he tenido hace poco...

El viernes fuimos a un restaurante. Si se le puede llamar así, porque de restaurante tenía poco. De hecho es como un local que tiene montado en una zona industrial de un pueblo. Allí van trabajadores durante la semana a comer. El propietario es un señor simpático, que no aspira a tener un súper restaurante. Eso ya lo sabemos. Tampoco es que encontremos una oferta gastronómica enorme por la zona.

Cuando llegamos, sólo bajar del coche, empezó a sonar una música. "Mira qué apañados" pensé yo. Nos sentamos en una mesa y vino un chico jovencísimo a pedir si queríamos beber algo. Le pedimos qué vino tenía a lo que contestó: "un momento que lo pido"con cara de "ya me han pillao". El chico volvió y nos dijo: "de la casa o sangría". Y yo le pregunto: "¿y de vinos blancos qué tenéis?" Y otra vez: "un momento que lo pregunto". Al volver, la respuesta fue la misma. Pobre chico, si pretende ir por la vida con este tipo de preparación, le auguro un futuro en la cola del paro clarísimo...

Observamos que había un hombre que se acercó a un órgano y cambiaba la música. Y uno de nuestros amigos que estaba en la cena apuntó: "este hombre se va poner a cantar". Imposible, dije yo, no puede ser que se ponga a cantar.

Pues sí lo hizo. Cuando estábamos a media cena, el hombre cogió las riendas de la parte musical y empezó a poner canciones. Yo pensaba que se limitaría a hacer de DJ, pero no, ese hombre con chancletas y calcetines (por favor...) decidió que era mucho mejor que nos deleitara con sus versiones de canciones de toda la vida pasando por jotas, rumbas y pasos dobles.

Para que os hagáis una idea, cuando le oías cantar, te imaginabas la cabra al lado. De verdad, y sin ofender. Pero era como un de esos concursantes que se presentan a Operación triunfo, que cuando los ves piensas: "Pero bueno, nadie le ha dicho que no debía presentarse aquí?" ¿Es que esta gente no tienen amigos y familiares que les digan la verdad? A lo mejor ellos pasan de todo... No lo sé, sea como sea, el resultado fue una noche pintoresca pero muy divertida.

Y es cruel reír, pero quien no ha reído viendo los vídeos de los cástings de OT? Pues eso fue más o menos lo mismo pero en vivo y en directo.

Si es que quien nos mandaba ir a la zona poligonera...





2 comentarios:

  1. Di que si señorita pija, el 15% de la poblacion como usted y yo, que tenemos una educacion, nos va bien vivir experiencias de este tipo, nos reafirma nuestra posicion en esta sociedad.

    Javier

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  2. pues si, la verdad duele y da asco, por eso no suele decirse.
    Y lo sufrimos los demás.
    gracias por atenderme.

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