miércoles, 18 de abril de 2012

HISTORIAS DE MATRIMONIO: LA CAMA


Creo que por mucho que nos pensemos que nuestra vida conyugal es diferente o particular, tiene más de normal y habitual de lo que creemos.

Un ejemplo: la cama.

Cómo nos gusta dormir, es absolutamente particular. Hay quien le gusta estar boca arriba, otros de lado y algunos en posición fetal. Pero hay una historia, que por lo general, se repite: el tema de las sábanas.

He oído en muchas ocasiones a los hombres quejarse de: "siempre se queda con toda la sábana porque se enrosca, no sé cómo, y me quedo al aire, sin nada con que taparme." Seguro que esta explicación o alguna similar no os es del todo extraña. 

Pues bien, a mi me pasa lo  mismo. Mi Príncipe se queja de que me cojo con todas mis fuerzas las sábanas y me doy la vuelta, de manera que le dejo con medio cuerpo al aire... Yo no sé si se lo inventa o es verdad... Estoy durmiendo. La verdad es que me sabe mal, no quiero que pase frío por mi culpa... Pero el problema tiene solución:

1. Se compran sábanas más grandes. Así, por mucho que una dé la vuelta, no pasará nada.
2. Se utilizan dos camas individuales, al más puro estilo hotel. 
3. Se usan dos sacos de dormir en lugar de sábanas. La medida es un poco drástica, como la número dos, pero infalible.
4. Se tira de la sábana con fuerza para contrarrestar la acción. Un poco pesado, porque ya te han despertado.
5. Se clavan las sabanas al lado de la cama del afectado. 

Aunque queridos: ¿qué sería de la vida de matrimonio sin esas historias divertidas para contar en una cena con amigos íntimos? en el fondo lo que tiene de molesto, lo tiene de gracioso. 

¿Os pasa esto en casa? 






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