Y digo el terror para unos cuantos. Ahora llega el momento más duro de pasar para unos cuantos colectivos.
El primer colectivo afectado son los padres: aunque el 22 de junio es el día más feliz de los niños porque se ha acabado el colegio, los padres lamentan que eso suceda. ¿Dónde van a dejar a los niños? La solución son los abuelos o los benditos cursillos de verano. Pero eso es sólo el inicio... les quedan 81 largos días hasta el 12 de setiembre...
Ayer mismo pude comprobar ese drama. Pronto nos vamos de viaje así que decidí ir a comprar una série de cosas que nos faltan. Me fui a un centro comercial. La verdad es que no pensé que ya estábamos en vacaciones escolares... Cuando llegué allí, aluciné. Me quedé más que sorprendida de la cantidad de gente que había. Y claro, la gente ya ha cobrado, así que estaban dispuestos a gastar. Eso significa colas. Las mamás mirando ropa, con los niños revoloteando por ahí, tirados por el suelo, tocándolo todo... Per bueno, ¿esto que es?
No son niños, son animalejos. No se puede dejar que el niño haga estas cosas. Ya sabemos que son niños, que juegan que no estarán a tu lado sin moverse, pero de ahí a tirarse por el suelo, dar golpes, y correr por la tienda... Y las madres pasaban. Les daba igual... ¿Cómo consiguen no alterarse? ¿Como pueden seguir haciendo su actividad sin mas? A lo mejor es una capacidad que se te autoinstala cuando tienes niños moviditos...
Y al final vienen los gritos. "¡Estate quieto ya!". Y el niño, que pasa de todo (¿de quién lo habrá aprendido?), sigue corriendo y chillando lo que le apetece. Se pueden ver situaciones similares en cada esquina. Y se puede notar en la cara de los padres el agobio de no poder estar pasando esos momentos con normalidad. Pobres niños, pobres padres.
Ahora no se vayan a pensar ustedes que odio a los niños, al contrario, me encantan. Pero sencillamente no entiendo que toleren esos comportamientos a sus hijos. Mi madre no me dejaba tirarme por el suelo ni hacer esas actitudes... Así vamos, luego, estos pequeños dictadores crecen y se convierten en una cosa muy diferente...
También se observa esta situación en la playa. Es divertidísimo. Una se queda estirada tomando el sol y tiene teatro a su alrededor. Ve como las familias se plantean cosas, como los niños se enfadan,... Es todo un circo. ¿No lo habéis observado nunca? Pues llega el teatro del verano; estad atentos que es gratis y muy educativo.
A mi, personalemente me alegra que empiezen las vacaciones. Tengo ganas de sol y de playa. Que por cierto, todavía no he ido a la playa y me muero de ganasssss... Pero no es solo eso, son las fiestas, las noches agradables con amigos, la ropa,... Y es la ciudad medio vacía, sin los problemas de los autocares escolares, ni las mamis recogiendo a los niños en doble fila (para no andar demasiado...).
¡FELIZ VACACIONES A TODOS!