miércoles, 8 de junio de 2011

MUY ENFADADA...

Son las 6 de la mañana... Y en lugar de estar durmiendo, estoy escribiendo. 

El motivo no es que haya estado de fiesta hasta esta hora, no. Tampoco es que tenga una reunión importante y quiera estar bien despierta, tampoco. El motivo es claro: no podía dormir.

¿Y por qué no podía dormir? Pues porque un mosquito ha decidido celebrar un festín con mi sangre... Llevo 7 picaduras. De hecho, lo que me ha despertado era el picor... Por favor, tengo que hacer verdaderos esfuerzos para no rascarme... 

Cuando he sido consciente de la masacre, he pensado, tu tápate bien, que así no volverá a picarte. Y me he tapado hasta la nariz. No soporto respirar debajo de las sábanas... Es un tema del aire caliente. ¿Y qué ha hecho el insensato y gulas del mosquito? Pues volver a picarme... ¡EN LA OREJA! 

Es que no me lo puedo creer, dos en el pie, en el tobillo, el la mano, en los brazos y en la oreja... Menuda gozada, eh? Maldito mosquito... Sigo rascándome...

¿Y por qué ha pasado esto? Pues supongo que porque ayer estuvimos con la ventana abierta unos 30 minutitos antes de ir a dormir. Si es que ya lo digo yo... Hay que utilizar el aire acondicionado, que para alguna cosa está... Tanta evolución y inventos para acabar abriendo la maldita ventana y que me machaquen los mosquitos. Sigo rascándome, ahora en la oreja...

El tema es que SÓLO me pican a mi... Sí, es como algo personal, supongo... Deben saber que odio a los insectos y es su manera de vengarse. ¿Pero por qué me pican a mi? Soy un antimosquitos andante... Si estoy yo, nadie sufre por los mosquitos... Es una maldición... Y nada de sangre dulce... Eso no me lo trago...

Sigo enfadada. Y sigo rascándome... Consejo: no abráis las ventanas, están ahí fuera, esperando... Buscaré soluciones mil... Esto no me vuelve a suceder.


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