Volviendo a uno de mis posts habituales, hoy voy a quejarme de la actitud de una serie de individuos que nos rodean. Se llaman los "peros". Existen los ni-ni, los no-no, los indignados y también los "peros".
Para quien no los conozca, los peros son ese tipo de persona que cuando alguien habla, sea quien sea y se hable de lo que se hable, dejan caer un pero detrás. Por ejemplo: uno le cuenta que fue al cine a ver una película y que le gustó mucho. El Sr. Pero, la haya visto o no, le encontrará algún defecto. A lo mejor es demasiado oscura, lenta, rápida, ruidosa, con mala música, con poco diálogo, etc.
Sea lo que sea, él/ella encontrará un motivo de desagrado. Eso, en si ya cansa mucho. Imaginar compartir vida con alguien así me desespera... Nunca debe estar contento... Nada es suficiente, ningún viaje le llena, ningún coche le entusiasma, ningun perfume le vuelve loco. ¡Qué manera de autoamargarse la vida! Porque el "pero" de verdad, no encuentra peros sólo en los otros, los encuentra en todo lo que hace.
Y el colmo de los colmos es cuando el pero es de mal gusto. Uno se acaba de comprar un coche y viene el singusto este y le salta con un pero. Es para arrancarle los ojos... O le muestran una lámpara que han adquirido y salta con algún que otro inconveniente. Es tan superior sus ganas de decir algún "pero" que no puede retenerse y decir algo como: "¡Qué bonito!". Qué más le da a él el tema como para tener que actuar como un niño maleducado e impertinente que no se calla ni una. El tiempo nos da consciencia de lo que debemos y no debemos decir. A lo mejor esta gente tiene un problema de crecimiento educacional...
Lo que está claro es que los peros sólo aprenden de una manera: haciendo lo mismo o diciendo a la cara: "Oye, este coche que te has comprado es mono eh, pero gasta mucho. Eso es una fallo considerable." O algo directamente como: "Eres un amargado que sólo eres capaz de ver las cosas malas? Qué te pasó en tu infancia que estás así de traumatizado?"
Si tenemos algún Sr./Sra. Pero entre los lectores, estaríamos muy agradecidos que nos contaran por qué son de este manera. Al menos comprenderlos para ser un poco más comprensivos y no querer decirles cuatro cosas y cortarlos por la mitad cuando nos destrozan una ilusión.
Y un último apunte: Señores y Señoras peros, hagan el favor de hacer un esfuerzo y no quejarse de nada de sus regalos navideños.
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