Lo reconozco: soy la primera que me pongo histérica cuando me encuentro con alguien que va muy lento delante de mi en el coche...
Voy con prisas por culpa de mis planificaciones ajustadas y luego me encuentro con alguien que sabe gozar de su conducción o va más lento porque no puede ir más rápido. Y se las carga... Y no tiene ninguna culpa. Soy yo que soy una egoísta y pretendo que la gente vaya a mi ritmo.
Desde hace unos años intento que no me pase esto. Pero reconozco que alguna vez se me olvida. Y todo esto lo cambié porque uno de mis familiares más próximos padece una enfermedad degenerativa. Viendo como sus limitaciones crecen día a día, la conducción (que significa independencia) es una de las cosas quería alargar hasta que pudiera. Y uno no entiende lo que se siente hasta que no vive una sensación así con ellos.
El ir en el coche y ver como había gente que le pitaba me dolía en el alma y me hizo recapacitar. Somos unos egoístas, no tenemos vergüenza de ser así de poco comprensivos y empáticos. Hay que pararse a pensar cómo se siente esa persona tras esos insultos y como se puede llegar a sentir. Y encima, lo insultan... ¿Tanto cambiará tu vida si llegas cinco minutos antes? La verdad es que no... Pues entonces, porque no tenemos un poquito más de paciencia y conseguimos relajarnos un poco?
Cuando os encontréis un coche delante que os desespera, pensad que a lo mejor es una persona mayor, que ha perdido reflejos, que ha perdido agilidad, pero que tiene derechos y que es igual que nosotros. No podemos crear un mundo solo para los ágiles y los fuertes, porque estaremos siendo malas personas y muy poco conscientes de que mañana, el que "molestará" seremos nosotros.
Creo que no hace falta añadir más, lo que quería decir ya lo he plasmado. Sólo espero que un post tan corto sirva para que la reflexión sea muy larga.
Creo que no hace falta añadir más, lo que quería decir ya lo he plasmado. Sólo espero que un post tan corto sirva para que la reflexión sea muy larga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario