¡Qué alegria! Qué destello de vida tan fantástico...! Mmmm... me refiero a la primavera...
Contrario a lo que les pasa a algunos, a mi la primavera me enamora. Es el momento de sacar del armario la ropa de verano y es maravilloso porque encuentro siempre prendas que había olvidado.
Es el momento en el que apetecen las comidas al sol. Es uno de los placeres de esta vida señores, comer al sol. Me encanta notar como el calor entra en mi piel y como, poco a poco, va cogiendo temperatura y más temperatura. Apetece comer frutas, cosas con mucho contenido de agua y reposar...
Así que ayer comí al sol. Porque sí, porque me apetecía. Fuera el trabajo, fuera las preocupaciones y en una terracita maravillosa me instalé junto con mi príncipe. La verdad es que las otras mesas tenían sombrillas... Qué pena de sol desperdiciado...
Y entonces me entran las mismas dos neuras de cada año:
1. Estoy blanca como la leche. ¡Hay que ponerse morena ya! (¿Seré tanoréxica?)
2. Tengo que hacer un poco de régimen. No puedo llegar al momento bikini así...
Siempre me pasa igual. Así que este es el momento del año dónde empiezo a ponerme una pequeña meta personal y procuro tomar el sol y comer sano. Así me pongo morena a la vez que adelgazo.
Es muy deprimente cuando te pones una falda por primavera y ves esos dos palos blancos... No me gusta nada. Por ello intento no vestirme con tonos crudos durante esta época... Se mezcla todo y parezco una enferma. No entiendo como hay gente que no le molesta estar tan blanco... Entiendo que es una cuestión de modas, pero mira, que queréis que os diga, seré una víctima de esta moda.
Y respecto al régimen, pues bueno, cuidarse un poco más sin privarme de ciertos lujos... Soy adicta a los helados... Per algo serio, no un poco...
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