jueves, 3 de marzo de 2011

DÍAS TRISTES

No sé si a vosotr@s también os pasa que cuando estáis tristes, por lo que sea, es cuando más os apetece escuchar esa música trascendental y reflexiva. Supongo que todos tenemos una canción que nos hace pensar, meditar, etc. 

Pero si lo pensamos bien, parecemos un poco tontos. Somos como cerdos, nos gusta revolcarnos en la mierda más de lo necesario. Es un poco patético, estamos tristes y nos ponemos a dar vueltas a un círculo para estarlo más o seguir estándolo... Pero que queréis que os diga, yo no lo puedo evitar. Sí, soy una cerdita. Me encanta escuchar esa música cuando estoy de bajón.

He de reconocer que depende del bajón, se puede solucionar dando una vuelta por unas tiendas... Pero por lo general me encanta regocijarme en mi pena y dejarme llevar por lo desgraciada que me siento... Y yo lloro mucho. Sé que lloro más de lo normal. Tengo un lagrimal muy suelto, no lo puedo evitar. Veo un anuncio que da pena? Ya estoy llorando... Unas fotos especiales? Ya me pongo a llorar... Me discuto? Otra vez llorando... ¿Una sorpresa o un regalo que me emociona? Lágrimas que van...

Pero no lo hago a propósito. De pronto, un nudo en la garganta no me deja ni respirar, las cavidades oculares me presionan con dolor, se me humedecen los ojos y entonces ya no aguanto más y empiezan a caer las lágrimas... Eso si, en silencio. Porque, ¿habéis observado cómo cambia nuestro llanto a lo largo de nuestra vida? 

El bebé llora hasta agotarse, el niño llora sin pudor. A pulmón abierto. Se caen, se levantan, te miran y entonces empiezan a llorar con su "BUUUUUUAAAA!". Luego, a medida que crecemos, abandonamos ese llanto tan sano y nos aguantamos los gritos. ¿Os imagináis que alguien con 37 años llorara como un niño de 8? Seguramente se quedaría más a gusto, eso no lo dudo... O sea, que por pudor acabamos llorando en silencio... Pero yo no he conocido a nadie que recuerde en que momento dejó de llorar como un niño para empezar a llorar como un adulto.

Sí que conozco una mujer que cuando llora, a sus 32 añitos hace pucheros, igual que un bebé. Es muy gracioso, aunque a ella no le hace ni pizca... En definitiva, yo me declaro defensora de las lágrimas. Y si tenéis un día triste, a desahogarse con lo que a cada uno le sirva...

Personalmente, os dejo cuatro canciones para llorar aun más (seguro que las podéis ver en youtube con sus letras y todo):

- In the arms of the angel de Sarah McLaughlin
- Lost de Coldplay
- Nothing compares to you de Sinnead O'connor
- Don't Give up de Peter Gabriel & Kate Bush

Espero que las lloréis...



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