NO SIN MI IPHONE

Llegados a este punto de la vida he de decir una cosa: me he convertido en una adicta a mi iphone. No es nuevo, ya lo sabéis. De hecho soy una Apple adicta. No puedo vivir sin ninguno de los objetos de la casa.

Pero el teléfono... eso sí fue una revolución. De tener uno que llamaba y tenía algunas cositas divertidas he pasado a tener un aparato que me soluciona la vida. Llamo, mando mensajes, me conecto a Facebook, twitter, navego por internet y tengo mi consola de juegos a mano siempre (sí, lo reconozco... siempre me han gustado los videojuegos). La sala de espera ya no es una tortura, puedo coger el teléfono y leer el periódico, comprar, jugar, etc.

No nos damos cuenta, pero es una maravilla. Pero a parte de esto, mi teléfono tiene otras utilidades, y estoy segura que vosotros también lo hacéis. Por ejemplo:

- Es muy útil para utilizarlo como linterna. Quien no ha entrado en una habitación a oscuras con él...

- Es un gran aliado para cuando no quieres saludar a alguien porque te da una pereza enorme. Sabes que esa persona te tendrá media hora hablando y no te apetece o no es el momento. solución: una coje el teléfono y hace ver que habla.

- Es mi radio y mi ipod particular. Ya no tengo que ir con dos aparatos.

- Quién no ha utilizado el teléfono como despertador? De hecho, ¿se venden despertadores todavía?

- Es mi reloj. Y no es que no lleve reloj... ¿Por qué muchas veces cuando quiero saber la hora, miro el teléfono en lugar de mi muñeca? Uno de los misterios del iphone...

- También es mi calculadora. Cuando hay que hacer algún cálculo rápido con exactitud, es mi aliado perfecto.

- Aplicaciones mil: Me encantan. Me vuelven loca. Una se imagina un tema, cualquiera. Lo escribo en el buscador y... ¡aparecen aplicaciones! Por cierto, si hay algún adicto como yo entre mis lectores, que me cuenten aplicaciones adictivas y útiles.

- Comprar y comprar. Puedo comprar ropa. No hace falta decir nada más.

¿Qué haría sin mi iphone?