Bueno, ya no encuentro más excusas... Ha llegado el momento de empezar a cumplir uno de los propósitos de año nuevo... HACER ALGO DE DEPORTE.
Ustedes no pueden entender lo que eso significa para mí. Es un esfuerzo muy grande, algo de lo más complicado... Pero hay que empezar por algo suave... (¿será una excusa más o es consciencia racional?)
Así que no hay más que decir: la semana próxima empieza el reto: empezaré el lunes. He tomado esta decisión por varios motivos:
1. Me estoy haciendo mayor y la gravedad empezará a atacar mi culo en breve. Las chicas jóvenes siempre hemos hecho una cosa curiosa a los ojos de los hombres: subirnos a un taburete o al bidé para hacer contorsiones como la niña del exorcista para poder ver cómo nos quedan unos pantalones. ¿Quién no ha hecho esto alguna vez? Pues bien, hace tiempo que no lo hago para no coger un cabreo.
2. Me he engordado. ¿Será aquello de que las mujeres casadas se engordan? No lo sé, pero no puedo seguir así. Yo me he pesado, claro está. Pero no parece que me haya engordado tanto como para que no me vaya la ropa como me iba. Pero me está pasando. Me pruebo los pantalones y en lugar de jeans parece que llevo leggings. Puede ser el ataque de la señora de la limpieza que está decidida a encoger toda mi ropa para vestir a mis barbies... O puede ser que yo me estoy afocando...
3. Me gusta lo que veo para la próxima temporada. Sí, me da igual que me digáis que es un motivo superficial. Es una realidad. He estado observando las nuevas propuestas de las marcas para esta primavera-verano y me encantan. Y no pienso ponerme uno de los conjuntos que tengo fichados y ver como no me queda nada bien. Hacía tiempo que no veía tanta ropa que me gustara, hay que aprovechar.
4. Es salud. Mi espalda empieza a quejarse por no tener músculos que le den soporte.
Y por todo ello, declaro que es una decisión firme y sin vuelta atrás. Dixit.
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