No quiero que sea una tónica habitual del blog presentar productos que salen a la venta, para eso tenemos muchos bloggers que están al día y lo hacen maravillosamente.
Pero en esta ocasión, no me he podido resistir! Supongo que con la foto ya os lo digo todo... ¡Quiero un destornillador o un atornillador, lo que sea eso, pero quiero uno! Por fin podré ser una manitas con estilo... Hacer bricolaje va a ser un nuevo reto. Debo aprender un poquito la verdad, no me gusta sentirme tan patosa en ese campo.
Swarovski y Bosch han decidido celebrar juntos que ya se han vendido 10 millones de unidades de este confortable destornillador. Tiene más de 700 cristales, sólo pesa 300 gramos y nada de cables... ¡todo un lujo!
No creéis que es una pasada? Yo sí...
No es que sea pija, me llaman así... Soy una dama del siglo XXI. Veo el mundo lleno de mala educación y de gente ordinaria; gente sin gusto, sin complejos y egoístas. Estos son mis puntos de vista, y al que no le gusten, que lo diga.
lunes, 31 de enero de 2011
domingo, 30 de enero de 2011
PECADOS CAPITALES: LA GULA
gula.
Es frecuente, por desgracia, ver en algunas cenas, comidas, barbacoas o dónde sea que haya comida, una persona que parece que ha venido a llenarse para todo un mes.
Son personas que no se cortan, hay una bandeja con canapés de salmón y si les gustan estás perdido, no vas a probar ni uno. Se instalan allí al lado y venga: uno detrás del otro, sin pudor. Creo que tienen complejo de hámster, hacen igual que el pequeño roedor: comen todo lo que pueden, lo acumulan dentro de sus interminables mejillas, para asegurarse no pasar hambre en un futuro.
Pero estas personas aun son peores que los hámsters: no necesitan guardar alimentos, sencillamente tienen gula. Son la viva imagen de la definición del pecado capital. Pero dejemonos de prosa literaria: son unos maleducados egoístas y demuestran una floja voluntad. ¿Cómo puedes comer una bolsa de patatas entera y dejar a todos los que te rodean sin probarlas? Luego, suele pasar que no son gente delgada, no tiene porque tener sobrepeso, pero delgados no están...
Hace años, en una barbacoa en casa, uno de los invitados encontró una tarta de queso que había hecho para los postres. Mientras todos estábamos en la terraza haciendo la carne con una copita en mano y hablando, el tío iba haciendo idas y venidas a la cocina. Lo que no sabíamos era que se estaba comiendo la tarta. Y se la terminó toda... ¡Qué sorpresa cuándo lo descubrimos! Y se lo dije sin reparos:
- ¡Oye te has comido toda la tarta! ¿Cómo has podido comértela toda sin saber si era el postre?
Pues el tio sencillamente sonrío, con cara de gilipollas y siguió atacando otra cosa. Me he encontrado muchas más situaciones así. Otro ejemplo:
Restaurante. Pedimos un poco de entrantes para compartir: un poco de jamón ibérico. Los comensales se van pasando el plato y cuando llega a mi turno, queda un triste trozo. Pero no se dan cuenta, les importa tres cojones. Pues bien, solución: pido más, sin consultar. La gente se gira y me mira: que caro resulta el jabugo entonces... Pues lo hubieran compartido. Presupongo que si cogen sin medida es que no les importa pedir más, supongo que un poco de matemáticas saben, y más o menos saben calcular cuánto deben coger.
El descontrol con la comida muestra mucho de una persona. A nivel social, demuestra una mala educación brutal. Es egoísmo, es no pensar para nada en los otros. Tampoco hace falta hacerse el estrecho y coger sólo una patata, se puede ir comiendo poco a poco, sin ansiedad. Por otro lado, a nivel personal, demuestra muy poco control sobre uno mismo. Si hay una cosa que te gusta, está bien que un día te pegues un atracón, pero un día. No que comas sin freno las cosas. Es que así no sientan ni bien.
Mi problema es que cuando pasa esto en mi casa, o en un restaurante con amigos tengo un serio problema para callar. Me cuesta horrores no decir cuatro cosas, decirle a esa persona realmente lo que pienso. Así que al final respiro hondo y pienso que la que queda mal es ella (supongo que no sólo yo me doy cuenta de la actitud de esa persona) y que por desgracia, no lo voy a evitar. Sólo conseguiré un enfrentamiento con alguna consecuencia nefasta y para qué? Para nada. Homer Simpson no aprenderá nunca.
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sábado, 29 de enero de 2011
Primeras citas
Encontraréis muchos sitios en internet dónde se habla de la primera cita: cómo vestirse, qué temas hablar, que no debéis hacer, etc. Yo no quiero escribir sobre eso, quiero hacer una pequeña reflexión de cosas que podemos averiguar con la primera cita, que al menos nos darán pista sobre como es.
No sé si tenéis mucha experiencia en este campo... La verdad es que con los años a lo mejor este concepto se está perdiendo. Ahora, el ligue de una noche (en oferta 2x1, chico+polvo) hace que muchas veces sea anterior una noche de lujuria y pasión desenfrenada, y será en los siguientes días donde se sucederá una salida con cena o copitas y dónde tendrá lugar la primera cita de rigor.
Pero todos tenemos que pasar por la primera cita, sea post sexo o previo a él. El concepto es el mismo, pero a lo mejor el orden de los sucesos está cambiando. Pero lo que os puedo asegurar es que no conozco muchas personas que hayan realizado la conquista de su pareja al estilo americano, con esas absurdas normas como por ejemplo:
1. En la primera cita, sólo un beso de despedida en la mejilla.
2. En la segunda cita, un beso en la boca.
3. En la tercera cita, se puede invitar a tomar alguna cosa en casa pero sin quedarse a dormir ni hacer el amor.
Y así una larga lista de estupideces que por mucho que piensen que "es romántico" de romántico no tiene nada. Si estás programando todas las actuaciones previamente a que sucedan, dónde queda la pasión? ¡Muerta! La ahogan.
¿Y si te apetece una barbaridad consumar esa segunda noche? O la primera? Pues no sé puede... Las películas americanas no lo enseñan, pero yo estoy segura que después de despedirse en la puerta, donde la chica se va con esos aires de "controlo la situación perfectamente"con una estúpida sonrisa, el chico se tiene que desahogar de alguna manera y claro, seguro que se masturba porque lo han dejado al pobre... La otra no, porque como todo lo tiene bajo control, más que pensado, ni tan siquiera lo vive con emoción... El chico, a parte que lo ha vivido con pasión; no nos engañemos, nunca dirá que no: ni en la primera ni en la cuarta cita...
Pero, volviendo al tema, sí que hay gente que realiza unas normas para las citas, sus propias normas. Incluso conozco chicos con sus propias normas. Pero bueno, con los chicos, más que normas son como etiquetas. Me explico: hay una serie de actitudes que si ya salen al descubierto en la primera cita, más vale que huyas, porque aquello es lo mejor que esa persona se puede mostrar, está especialmente vestida, pintada, perfumada y predispuesta para la cita.
Por si a caso todavía no habéis tenido nunca una primera cita o vais a tener alguna en breve, no olvidéis estas "etiquetas":
- La imagen. Como hemos comentado, en la primera cita su imagen es lo mejor que esa persona se saca provecho. Da igual el estilo, pero la ropa está escogida a propósito, y el resto también... Tenedlo en cuenta, algunas cosas se pueden sugerir cambiar, pero la gente no cambia... aumenta sus defectos con los años.
- Las manos. miradle bien las manos. Si tiene las uñas largas y sucias (que asco por favor, a mi no me tocas así) le dais el número de vuestro centro de manicura cuando os despidáis, lo entenderá. A parte, si las uñas visibles están así, cómo estarán las de los pies... Y si se come las uñas, ya sabéis que es una persona nerviosa.
- Los zapatos. los zapatos dicen mucho de una persona. A parte de averiguar su estilo veréis si los cuida o no. Más adelante haré un post entero sobre los zapatos y lo que nos dicen de una persona.
- Como pide la comida y la bebida. ¡Es un punto clave de la cita! Podremos observar si quiere pedir él por los dos (seguridad y autoridad), si quiere compartir algun plato (que buen comienzo), si no quiere compartir (le molestará compartir otras cosas en el futuro, claro está), si te deja escoger todo a ti (inseguro o complaciente), si sólo te deja escoger los platos y no el vino (ah! El sabe de lo que importa, saber de vino da caché y quiere demostrártelo (necesita relucir su plumaje).
- Cómo come. Importantísimo. No me gusta nada ver a un hombre comer como un cerdo, igual que tampoco me gusta ver a una persona comer con la boca abierta o haciendo ruido cuando mastica... O que no usa bien los cubiertos... Una cita no es un examen, precisamente por eso, es mejor ver lo que hay. Personalmente, ver a una persona con modales en la mesa me relaja mucho y me da a entender que es una persona educada. Y con las personas educadas, en general, hay menos problemas posteriores; de eso no tengo ninguna duda.
- Quién paga. Este punto depende de muchas cosas. No hace falta ir de progre o con actitud de orgullo total diciendo "soy una mujer autosuficiente y no necesito que nadie me mantenga". Si os han invitado a salir, el que invita paga. Si has propuesto tu la invitación, debes pagar tu. No olvidemos que el cortejo tiene sus momentos, ya se puede recompensar la invitación de otra forma (no hablo de sexo malpensados).Y si parece que no saca la cartera, paga tu, a lo mejor es un tacaño o lo mejor tiene un problema y se ha dejado la cartera... (pero no deja de ser raro).
- La Conversación. Si saca el tema de su ex no vamos bien. Un comentario es normal. Demasiadas referencias, no lo tiene superado. Si te pregunta demasiado por tu ex, estás descubriendo una persona celosa. Cuando te someten a un tercer grado resulta de lo más incómodo. Así que no seáis intrusionistas ni dejéis que lo sean con vosotros.
En definitiva, no os pongáis límites en la cabeza antes de empezar. Hay que vivir el momento, hay que reír, ser natural. No hagáis el pavo real, hay que ser uno mismo porque si hay chispa, la hay de verdad, no bajo una capa de quedobien falsa y efímera. A parte, todos podemos hacer un fallo desastroso causado por el nerviosismo o por un mal entendido. Hay que procurar no ser cuadriculado, abrid la mente y gozad... El límite y el final lo escribiréis vosotros...
- Cómo come. Importantísimo. No me gusta nada ver a un hombre comer como un cerdo, igual que tampoco me gusta ver a una persona comer con la boca abierta o haciendo ruido cuando mastica... O que no usa bien los cubiertos... Una cita no es un examen, precisamente por eso, es mejor ver lo que hay. Personalmente, ver a una persona con modales en la mesa me relaja mucho y me da a entender que es una persona educada. Y con las personas educadas, en general, hay menos problemas posteriores; de eso no tengo ninguna duda.
- Quién paga. Este punto depende de muchas cosas. No hace falta ir de progre o con actitud de orgullo total diciendo "soy una mujer autosuficiente y no necesito que nadie me mantenga". Si os han invitado a salir, el que invita paga. Si has propuesto tu la invitación, debes pagar tu. No olvidemos que el cortejo tiene sus momentos, ya se puede recompensar la invitación de otra forma (no hablo de sexo malpensados).Y si parece que no saca la cartera, paga tu, a lo mejor es un tacaño o lo mejor tiene un problema y se ha dejado la cartera... (pero no deja de ser raro).
- La Conversación. Si saca el tema de su ex no vamos bien. Un comentario es normal. Demasiadas referencias, no lo tiene superado. Si te pregunta demasiado por tu ex, estás descubriendo una persona celosa. Cuando te someten a un tercer grado resulta de lo más incómodo. Así que no seáis intrusionistas ni dejéis que lo sean con vosotros.
En definitiva, no os pongáis límites en la cabeza antes de empezar. Hay que vivir el momento, hay que reír, ser natural. No hagáis el pavo real, hay que ser uno mismo porque si hay chispa, la hay de verdad, no bajo una capa de quedobien falsa y efímera. A parte, todos podemos hacer un fallo desastroso causado por el nerviosismo o por un mal entendido. Hay que procurar no ser cuadriculado, abrid la mente y gozad... El límite y el final lo escribiréis vosotros...
miércoles, 26 de enero de 2011
Hospitales
Hablar de este tema ya genera un poco de malestar, lo sé. Sólo quiero hacer una pequeña reflexión respecto a los visitantes.
Por desgracia, en mi vida he estado en más de una ocasión ingresada en el hospital. Es un tema difícil de tratar, sobretodo porque es muy personal y cada uno ha tenido sus motivos y experiencias. Pero no quiero hablar de eso, lo que quiero es dar mi opinión respecto a los visitantes.
Me voy a centrar en una actitud en concreto. Me revienta cuando oigo a la gente decir:
- uy, yo no puedo con los hospitales, no soporto el olor. Sólo entrar ya me coge un mareo y un mal rollo que no lo puedo soportar, prefiero no ir.
Bien, bien... Opiniones las que sean, aceptadas todas. Pero por favor, no hace falta inventar excusas para no ir a un hospital o hacer las visitas cortas. ¿No te gustan los hospitales? ¿Me puedes explicar a quién le gustan? ¿Cuántas personas dedican sus ratos libres a pasear por gusto por los centros sanitarios? Ninguna, por que a nadie le gustan los hospitales. Ir a un hospital significa (excepto en la planta de maternidad, claro está) que hay alguien sufriendo, más o menos, pero no está por gusto allí.
Así que todos esos que no vais a visitar, incluso vuestros familiares, que ya es el colmo de los colmos; porque no soportáis los hospitales: sois unos jetas. Unos caraduras. A mi tampoco me gusta el olor, pero es el que es. Hay gente que no soporta el olor de la gasolina y no conozco a nadie que no se compré un coche para no tener que ir a llenar el depósito. Pues entonces, dónde queda la excusa?
Mucha gente tiene malos recuerdos de los hospitales, yo misma. Pero precisamente por eso, porque tienes un mal recuerdo, hay que hacer de tripas corazón y ir a visitar a las personas que quieres. Por que estar ahí es pesado. No hace falta pegarse como una lapa a la habitación y no irse nunca. (eso también molesta mucho, por experiencia os lo digo) Pero os juro que se alegra el día cuando tienes información del exterior, y no olvidas nunca, quien ha estado a tu lado.
Sólo hay un motivo por el que no ir al hospital: si el enfermo o los familiares más cercanos lo piden. Hay que respetar su decisión.
Conclusión: por favor, rectificad vuestra actitud, debéis hacer un esfuerzo e imaginar que si fuerais vosotros los que estáis allí, sintiendo la soledad, sintiendo la debilidad; como os sentaría que os dijeran que no vienen porqué no soportan el olor del hospital.
Seguro que nada bien...
jueves, 20 de enero de 2011
San Valentin
Se acerca San Valentin, las marcas empiezan a bombardearnos con mensajes, propuestas y otras opciones "románticas" para nuestras parejas.
La verdad es que la mayoría piensan que San Valentin es un invento de los comercios para promover el consumismo, pero no es así. La historia de San Valentin se remonta a la época del imperio romano.
En el siglo III d.C en Roma había un sacerdote llamado Valentin. Entonces gobernaba el emperador Claudio II, que prohibió a los jóvenes casarse y vivir en matrimonio porque pensaba que los solteros eran mejores soldados para la guerra. Claudio II también prohibió el cristianismo porque deseaba ser Dios supremo como Emperador de Roma.
El sacerdote Valentin consideró el decreto injusto y desafío al emperador y empezó a casar a parejas en secreto bajo el ritual de la Iglesia. Cuando Claudio II se enteró ordeno su captura y lo llevaron ante él. Le dijo a Valentin que si renunciaba al cristianismo y se ponía al servicio del Imperio y los dioses romanos lo perdonaría. Pero Valentin no aceptó y fue encarcelado y más tarde ejecutado el 14 de febrero.
Durante su encarcelamiento se enamoró de la joven hija del carcelero, que le fue presentada para ver si podía curarle su ceguera. Según la leyenda San Valentin le devolvió la vista y antes de ser ejecutado le dejó una carta con la firma "de tu Valentin", que se convirtió en la primera carta de San Valentin.
Según la leyenda, se plantó un almendro junto a su tumba. Hoy el árbol de almendras es un símbolo de amor y amistad duraderos. Los restos mortales de San Valentin se conservan en la Basílica de su mismo nombre en Terni, Italia.
Cada 14 de febrero se celebra en dicho templo un acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren unirse en matrimonio al año siguiente.
Pero mucha antes que la leyenda de San Valentín, había una fiesta pagana en la antigua Roma dónde se adoraba al dios del amor, Cupido. En esta celebración se pedían favores a través de regalos u ofrendas para conseguir así el amor ideal.
Y más allá de las leyendas y las historias, os diré que durante estas fechas es cuando se emparejan y aparean los pájaros, de ahí que este período se vea como un símbolo de amor y de creación.
Así que ya sabéis, no se trata sólo de un invento del Corte inglés, tienen una razón de existir. Tampoco hace falta participar de ello. allí queda el sentimentalismo o las creencias de cada uno.
Eso sí, por favor hombres del mundo: nunca regaléis un electrodoméstico a vuestra pareja. Apretar vuestros cerebros y escuchad en vuestro interior esas conversaciones que vuestra pareja explicaba lo que le gustaba y deseaba.
domingo, 16 de enero de 2011
MIS NO-BOTAS... CAPÍTULO III
¡EXIGO MIS DERECHOS!
Me gustaría poder cerrar finalmente el tema de las botas, pero por desgracia, no es así... Os cuento:
El día 4 de enero decidí llamar a la tienda para aveiguar que pasaba con mis botas. Bueno, me descuelga una señorita que cuando le cuento mi problema me dice "que ella no sabe de que va, y que llame por la tarde." Cuando le digo, "por favor, pásele el recado a su compañera y que me llame", me contesta "oiga yo ahora tengo mucho trabajo o sea que ya sabe si quiere llame por la tarde, y si no, pues no."
En ese momento se me disparan los pelos... Pero bueno, ¡cómo me está hablando esa señora! Le digo que no me hable así, que yo sólo estoy pidiendo que me den una explicación de unas botas que son MÍAS y que hace más de un mes que tienen. Y ella me contesta "oiga, ya le he dicho que yo tengo mucho trabajo, así que qué quiere que le diga... Llame más tarde. Adiós." Y me cuelga....
Indignada, llamo a la otra tienda que hay en la misma ciudad. Pido por la encargada, el o la jefa, lo que sea, pero que ya que allí no quieren hablar conmigo, por favor que alguien me escuche y me cuente alguna cosa. La chica me dice que si quiero, se lo cuente y que ella se lo comunicará a la jefa. Se lo cuento. No me da ninguna respuesta/solución (me lo imaginaba).
Cinco días más tarde, me presento en la tienda. La tienda llena (mejor, cuanto más se abochornen mejor), y espero a que me atienda la señora que me cogió las botas. Cuando queda libre me mira y me dice: "tu eres la de las botas." Se va sin decirme nada más. Oiga, no le han enseñado a decir buenos días? Tantos años y esfuerzos de escolarización y de los padres para que no sepa ni decir: Buenos días? Que pena, cuanto dinero derrochado...
Vuelve, me da una bolsa: "Toma". Y yo le pregunto: "Están cosidas?" "Sí, ya están". Bueno y entonces le digo que muy amable por su eficiente gestión y por lo bien que tratan a sus clientes en la tienda. Y ella me dice "Oiga yo perdí el teléfono de usted, que quiere que le diga." Es que aún no me creo las respuestas...
Pues quiero que me diga: "Siento mucho que haya tenido que esperar tanto, perdí su teléfono y por eso no la he llamado. Y el zapatero tardó mucho." Invéntate alguna excusa mujer! Pero queda bien y no me des motivos para seguir hablando. Es que me provocan...
Salgo fuera. Miro las botas. Pongo la mano dentro. Empiezan a descoserse (?¿?¿?¿?). Vuelvo a entrar. Ella me ve y me evita. Pero no lo puede remediar. Cuando me mira le doy las botas y le digo: "Tírelas a la basura. Esto está mal cosido." y la mujer resopla, coge mis botas y las deja en la mini papelera que tiene detrás del mostrador.
Y entonces la pincho: "¿No me va a decir nada?" "que quiere que le diga, ahora tengo mucho trabajo, no puedo atenderla. Déjeme su teléfono y ya le diré algo" "Mi teléfono? Otra vez? Bueno, va le voy a dar mi teléfono por tercera vez." Y se lo doy, y finalmente le digo: "Señora, no me hable en ese tono, porque quién ha tenido un bien de mi propiedad custodiado durante más de un mes y medio sin decirme nada a pesar de que yo me he puesto en contacto con ustedes tres veces, es usted. La que debe estar enfadada soy yo, no usted. Usted trabaja aquí, y usted es parte responsable de lo que pasa con lo que vende". Ella solo dice "Yo estoy en el medio, que quiere que le diga." Y obviamente, yo le respondí: "No me importa si está en el medio o detrás, usted está aquí de cara al público y usted debe hacer frente a una serie de problemas. Si no sabe hacer su trabajo, no se preocupe que ya se lo comunicaré a su jefa."
Y me fui. Y espero su llamada. Pero no llamará. Por eso, en unos días volveré a ir. Me han hecho perder el tiempo y el dinero y me han mentido en su producto. No quiero que ellos salgan vencedores de esta guerra. No pueden tratar así al cliente.
Las botas ya me importan muy poco, lo Reyes Magos me han traído unas más bonitas, más calentitas y más todo. Pero no me da la gana renunciar a esto por la actitud que han tenido.
Por cierto, en el próximo post sobre las botas (y será el último), revelaré el nombre y la dirección de la tienda... No compréis allí zapatos, a no ser que tengáis ganas de follones...
miércoles, 12 de enero de 2011
¡REBAJAS, qué miedo!
Finalmente han llegado las rebajas. Parece que ahora que tenemos una situación de crisis que nos envuelve, las rebajas son más esperadas que nunca. Lo entiendo, hay algunas cosas que duele comprar a según qué precios y hay que aprovechar.
Lo que pasa es que odio las rebajas. No soporto entrar en una tienda llena de gente, con toda la ropa en montones por todos lados, sin orden, recibiendo golpes gratuitamente. Parece una carrera de obstáculos y francamente, mi idea de ir de compras no es esto. Por eso lo llamamos ir de rebajas, porque no tiene nada que ver con lo primero.
Yo no conozco a nadie (creo) que haya estado en la apertura del centro comercial a las 10 de la mañana el primer día de rebajas. Las imágenes de la tele son impactantes; parece una estampida, gente fuera de control... ¿no ven que se rebaja lo que queda? Un poco de decoro por favor, nadie va a encontrar un abrigo de Boss a 20 euros... Me da miedo sólo de pensar en mi persona en medio de ese río incontrolable de personas...
El horror aumenta cuando veo una cola interminable en los probadores. Si alguna vez me ha pasado esto, vuelvo a valorar las prendas que llevo y sólo me escojo las que puedo comprar directamente sin probarme y si no me va bien o no me acaba de gustar ya la cambiaré (claro, esto en rebajas no se puede hacer). Pero el xoc final llega cuando te diriges hacia caja como una serpiente intentando no chocar con nadie diciendo: "perdón... gracias, perdon... gracias." y luego descubres que toda esa gente que obstaculizaba la llegada era la cola...
Desenlace: dejo las prendas. No puedo estar 20 minutos haciendo cola... Hay que ir de compras entre semana y por la mañana. Aun así, buscar gangas me encanta, lo reconozco. Pero me estimula más encontrarlas cuando no es periodo de rebajas.
Hay unas rebajas que sí me encantan: las nuevas rebajas, sin colas, sin empujones, sin aspecto de supermercado. Sí queridos amigos: las rebajas online. Esa gran oferta de tiendas online dónde mirar y remirar, escoger y comprar en un clic. ¡Hay muchas webs que te traen la compra en 24 o 48 horas! Me encanta...
Vale, tiene sus desventajas, no te lo puedes probar... Pero tampoco lo haré en las tiendas así que... ¡viva internet y las compras online!
domingo, 9 de enero de 2011
¡EXPLORA TU VAGINA POR FAVOR!
- Yo tengo amigas que no se han masturbado nunca.
No me lo creo. Sencillamente no me lo trago, no me puedo creer que alguién no se haya tocado en su vida. Hay un día, por mucho que no quieras tocarte, que lavándote en la ducha, sentada en un taburete, o sencillamente soñando te ha sorprendido un fantástico placer que sube des de lo más profundo de tu ser. No me trago que nunca haya seguido explorando ese placer. ¡Es imposible! ¿O es que no practica su higiene de forma correcta?
Bromas a parte, ¿realmente hay mujeres que no se masturban nunca? Si eso es verdad, que lo dudo, me parece muy triste. No creo que las mujeres y los hombres seamos tan diferentes, seguro que hay diferencias (que no se refiere a ser mejores o peores) pero no creo que las diferencias lleguen a marcar tal abismo en el terreno del placer sexual. Entonces sólo me queda una conclusión: hay mujeres reprimidas.
Con esta afirmación quiero decir que este hecho refleja un sentimiento de culpa y de ignorancia. Si hubieran hablado e interiorizado la masturbación de una forma natural desde pequeñas y a lo largo de toda su vida no lo verían mal o no sentirían aquello de "yo estas cosas no las hago, no lo necesito". Seguro que las que no se masturban me dirían: "yo no tengo ningún sentimiento de culpa, sencillamente, no me apetece." Pues yo creo que tienen muy interiorizado que no queda bien, que no es fino, que no es limpio, que no pueden hacer o decir abiertamente "me masturbo". Tan interiorizado que ni se detecta.
No creo en el "no lo necesito" o en el "no me apetece nunca". Durante una vida hay muchos periodos y muchas situaciones: vivimos una adolescencia de hormonas en ebullición que piden a gritos sexo, temporadas de soledad sexual, noches de insomnio, temporadas de deseos sexuales superiores, etc. Hay mil ocasiones en una vida dónde a una le apetece un orgasmo. ¡He visto incluso revistas que regalan consoladores!
No creo en el "no lo necesito" o en el "no me apetece nunca". Durante una vida hay muchos periodos y muchas situaciones: vivimos una adolescencia de hormonas en ebullición que piden a gritos sexo, temporadas de soledad sexual, noches de insomnio, temporadas de deseos sexuales superiores, etc. Hay mil ocasiones en una vida dónde a una le apetece un orgasmo. ¡He visto incluso revistas que regalan consoladores!
No oigo a las mujeres decir "me he hecho una paja de lo caliente que iba". Y seguro que lo habéis oído en muchos hombres. Y está bien que lo manifiesten (a ver, no constantemente, no en según qué situación; pero no es algo vergonzoso y hay muchas maneras de decirlo o insinuarlo).
domingo, 2 de enero de 2011
PROHIBIDO FUMAR
El día ha llegado: a partir de hoy, 2 de enero del 2011 está prohibido fumar en establecimientos, bares, restaurantes, jardines públicos, recintos escolares u hospitalarios,... A partir de hoy, el pater familias, nos prohibe fumar.
Personalmente, creo que fumar es un hábito asqueroso que nos envejece, nos crea enfermedades, deja un olor fatal en el pelo y en la ropa y convierte a las personas en esclavas. Pero aún así, me gustaría reflexionar un poco sobre la nueva ley.
Aunque sé que millones de no fumadores estarán brindando de la alegría, no me parece nada bien. Me pareció muy bien que obligaran a adaptar los locales a tener una zona para fumadores separada de la de no fumadores; o que eligieran ser local fumador o no fumador. Nadie tiene que tragar humo si no es de su agrado. Y entiendo que los niños no deben estar sometidos a ambientes nocivos (aunque para remediar eso, deberíamos empezar a prohibir muchas otras actividades que nos intoxican...). Pero la prohibición total no me parece bien.
Si algo tenemos los humanos de fantástico es el libre albedrío, esa maravillosa capacidad de decidir, de tomar nuestras propias decisiones. Y una vez nos han informado de los peligros y hemos visto consecuencias, uno debe decidir qué hacer.
Me parece perfecto no publicitarlo, no venderlo en establecimientos que no se dediquen a ello, pero prohibirlo así no. Con su capacidad de decidir cada uno hace lo que quiere, mientras no moleste al que tiene al lado. Nuestra libertad termina donde empieza la del otro. Es por eso que las zonificaciones son una gran opción. Y el trabajador? Pues el trabajador debe cobrar un plus por estar expuesto al humo, igual que lo hacen los mineros por ejemplo.
El no fumador debe tener la opción de no estar en un ambiente de humo, pero el fumador debe poder fumar. Es su elección.
A parte, os diré que no me parece bien el momento en el que lo han hecho: por favor, todos sabemos que los locales de fumadores o los espacios de fumadores siempre están más llenos. Parece que en un momento como el que vivimos hayan decidido empeorar la situación del gremio de la restauración y el ocio.
En fin, sólo son palabras, porque la decisión está tomada. Pero si vivimos en una democracia, no se podría haber votado la decisión de esta ley?
sábado, 1 de enero de 2011
QUERIDOS REYES MAGOS
Supongo que ya habréis mandado vuestra carta a los Reyes Magos. Si no lo habéis hecho, más vale que os apresuréis, el tiempo se acaba. Para asegurar que la leen bien (luego nos quejamos que no han traído lo que queríamos), utilizad colores vivos, letras grandes y añadid alguna particularidad.
Este año me he inclinado por el púrpura, y la he aromatizado con esencia de jazmín. Os la transcribo aquí para que podáis ver mis deseos (alguno lo he borrado... hay secretos que no pienso desvelar)
Queridos Reyes Magos,
Este año he sido muy buena. He ayudado a la gente (lo que cuesta hacerles la manicura a las amigas de mi abuelita), he sido altruista (¡he ido a dos galas benéficas!); he sido comedida y sólo he comprado aquellos ítems que eran realmente necesarios (y con toda sinceridad, el bolso negro era necesario, no podía seguir teniendo ese vacío en mi armario porque daba la nota en ciertos momentos).
Por todo ello, pero siguiendo con mi línea austera, sólo os pediré unas pequeñas cositas, las que realmente deseo:
- Una funda para mi Iphone4 (me encanta cambiar de funda según mis conjuntos)
- Un conjunto de bata más pijama y zapatillas que sea muy calentito y a la vez glamuroso.
- Unos zapatos de Manolo Blanhik.
- Un vestido de Valentino (sé que cada año lo escribo, pero que no sea por insistir).
- Un finde de relax en un spa fantástico que incluya un masaje.
- Unos guantes de piel grises ( a ver si este año si vienen)
- Un plaid de color marfil
- Un trench de burberrys, que no sea negro.
- Una maleta de piel vintage con compartimientos.
- Un set de productos de la Praire (urgen)
- La serie completa de SEXO en NUEVA YORK con las dos películas (la edición especial limitada por favor)
- Una plancha GHD tamaño grande.
- Un Ipad.
- Tres pares de botas UGG (Nunca me olvido… Son para vosotros! Debéis de estar cansados con tanto andar, os las recomiendo, estaréis muy cómodos).
Y ya está. A parte, también os pido salud y felicidad para todos mis familiares y amigos. ¡Ah! Os dejo como cada año tres copas de Moët. Espero que os haya gustado el diseño de mi carta este año, el olor es esencia de jazmín.
Un besazo enorme para los tres,
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