viernes, 28 de febrero de 2014

TRAS UN LARGO PERÍODO LLENO DE EMOCIONES

No tengo excusa. Sencillamente dejé de escribir. Es verdad que en medio del verano pasé uno de esos síntomas del embarazo que no son habituales (como no me tenía que pasar a moi), y me quedé un poco fuera de la circulación en lo que al ordenador se refiere.

Resulta que me empecé a transformar y mi cuerpo empezó a retener líquido por todos lados. Hasta ahí todo normal. Pero me hinché de tal manera que mis manos perdieron la sensibilidad. Tenía un hormigueo constante en los dedos y un dolor que me despertaba por las noches. Fue una tortura que empezó en agosto y no terminó hasta el día del parto. Cuando me dijeron que debía aguantar así tres meses y pico no me lo podía creer. Mi barriga tampoco era tan exagerada y ya tenía esta clase de síntomas. 

Incluso algún doctor me propuso operarme las manos porque me amenazó que podía quedarme alguna lesión permanente... Pero no le hice demasiado caso, por suerte porque hoy en día ya tengo mis manos recuperadas.

Total, que con mis manos de elefante era imposible escribir. Me he pasado unos meses viviendo de mi Ipad, viendo películas o leyendo en el Ipad, porque lo de sujetar un libro me adormecía aun más las manos. 

Bueno, la cuestión que debeís esperar: ¿Niño o niña? 

¡Niña! Yo encantada porque para mi es un mundo de ropitas mucho más jugoso que con los niños. Aunque sé que las niñas son de papi. Pero tuve una alegría impresionante cuando lo supe. Y a todos aquellos que dijeron augurios sobre el sexo: son malos brujos. Tuve que oír que seguro que era un niño porque no tenía vómitos ni nauseas matutinas, que si por la forma de la barriga parecía un niño, etc. Mal. Muy mal. 

Ya tengo a mi princesa entre mis brazos. Es una sensación increíble, una preciosidad de sensaciones y una emoción constante. Ahora mi princesa ya tiene 3 meses y medio. Empieza a gorgotear sin parar y sonríe a algunas personas (es un poco especial en eso). 

Sólo quería retomar el blog y felicitar a aquellas bloggers que siguen escribiendo a diario con uno y dos niños pequeños: ¡son unas diosas!

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