Ya que estamos en época de regalos, quería hacer una pequeña reflexión sobre un hecho que me ha ocurrido en varias ocasiones y estoy segura que me seguirá ocurriendo. Se trata de qué regala la gente.
Siempre he pensado que la gente no sabe hacer regalos. Se supone que si estás haciendo un regalo a alguien es porque lo conoces, al menos un poco. Y aunque no lo conozcas hay una serie de ítems y gadgets que pueden ser regalados sin implicación alguna.
Pero el tema no es este, el tema es que la gente no compra lo que le va a gustar al regalado, sino lo que le gusta al regalador. Y eso no se entiende. Cuantas veces se oye el comentario: “Lo vi y pensé, mira qué mono es.”
Ya, pero no tenía que gustarte a ti, sino al que recibe el regalo. No creo que sea un ejercicio tan difícil… Pues parece que sí. Y luego pasa que tienes una serie de regalos que no sabes para qué los quieres: relojes de mesa dorados, figurita de cristal inútil, fantástico bolso de estampado odiado, una colonia que odias, y todo nada acorde con tu casa mínimal, tus colores preferidos, etc.
Pues un consejo: si no sabes qué regalar o no tienes gracia comprando regalos, compra un cheque regalo o coge un personal shopper que se ocupe de hacer regalos: verás como al menos no la cagas, acepta tus limitaciones.
Creo que en el fondo, todos saldremos ganando…. Piensa que aunque sea un frio e impersonal vale por x euros en tal tienda, será de más provecho y la persona estará más contenta que si le demuestras en su cara que no la conoces para nada.